Es un fenómeno curioso. Mientras que aún siguen las repercusiones por la renuncia de Philip Rosedale como director de Linden Lab (“ante el evidente estancamiento que está sufriendo Second Life”) no dejan de multiplicarse la blogósfera avatar. Cada vez son más los testimonios y análisis de las experiencias en este mundo virtual que funcionan en red, constituyendo esta doble forma de interacción, en la cual la sociabilidad no se reduce a los encuentros en el Metaverso, sino que se continúan (y en muchos casos se producen previamente) en los blogs de los habitantes.
Sin dudas, estamos viviendo uno de los momentos mas interesantes de la existencia de Second Life: se esfuma de a poco el intenso discurso inicial sobre el negocio virtual y siguen tomando fuerza las investigaciones-juego individuales, los múltiples modos de sociabilidad digital.
Como venimos charlando con Napoleón Baroque, existen dos tipos de avatares: los avatares-seudónimo (aquellos que son una sucursal del usuario en un mundo virtual) y los avatares-heterónimos, o sea aquellos que ensayan un guión diferente. Es saludable que éstos últimos no dejen de avanzar.
