Una experiencia como ésta sería absolutamente inimaginable antes de la Web 2.0. El inefable Pepe no nos da respiro. Cada uno de sus onomatopéyicos y guturales posteos trata de llegar mas lejos que el anterior. Personajes como su primo Venancio deforman aún más este universo muchas veces nostálogico y siempre pretendidamente asqueroso; aunque su abyección sea de las mas estéticamente planeadas (eso parece) del universo bloguero.
Trash Mental podría definirse como una memoria afectiva desquiciada, de un humor desenfadado que cuando llega al chiste lo hace por fatiga.
Para nuestra suerte, alguien inventó a Pepe Dildo.
Como leí en un comentario de un blog "este tipo siempre me hace escupir el café".
