jueves, 28 de agosto de 2008

Anarquismo en software: crackers libertarios anfibios y “utopías de prueba”


"Si desarrollás una acción anarquista en Second Life nunca deberías olvidarte que esto es un software que cotiza en bolsa, que un avatar es nada más –y nada menos- que una representación gráfica que si bien podés remodelar a tu gusto siempre tiene un punto de desplazamiento localizable (siempre saben dónde estás, cuando estás on line, cuando no) y que toda acción de gobernabilidad depende únicamente de las formas en que imaginás que podés hackear al programa. Digo esto porque en el metaverso no hay gobierno, no hay constitución ni leyes y el único delito es vulnerar los límites que el manual de instrucciones de Linden Lab te impone."


"Para acabar con las prohibiciones lo primero es sabotear el “reportar abuso” y los sistemas de banneo de los land. No más clubs privados. No más propiedades exclusivas. En verdad, cualquier prototipo aceptable de metaverso anarquista no puede sino ser open source. Por eso comenzamos a pensar en zonas liberadas, zonas donde puedas alterar el código fuente y experimentar con los cambios, con las alteraciones."


"Una utopía de prueba es una variable de uso: ya no una representación prolija, esmerada, “calcada”, sino el metaverso como un prototipo inestable, como un espacio donde las políticas de formas que nos componen se vean constantemente mutadas. En términos deleuzianos, un devenir polimorfo. Sabés que a tu vida física podés anexarle un espacio donde tus recursos de sociabilidad ya no están mediados por los atributos por los que se te conoce por fuera del metaverso."


"No hay nada que me parezca más inútil que replicar los modelos de acción anarquista de Real Life aquí. Second Life, según se lo mire, puede ser algo así como un arrabal de Real Life, un espacio donde la acción no tiene otros principios que los de un código fuente. Digámoslo de este modo: se trata de estrategias anarquistas aplicadas a ciertos procesos de información. Utopía de prueba es anarquismo de información. A veces sin desearlo, el anarquismo fue demasiado humanista. La determinación de contexto hoy es otra."


"Hace más de un año fui a una reunión de un grupo anarquista que lo único que hacían era conversar sobre lecturas. No eran más que evangelistas que usaban el metaverso como un chat expandido. Qué ridículo. Es como si hace veinte años hubiéramos tratado de convencer a un jugador de Pac-Man que piense en algo parecido a un Pinky-Kropotkin. Si algo tenemos en claro es que una parte de nuestras vidas transcurre fuera del mundo físico y que la batalla debe articularse en todos los frentes."

Los fragmentos-declaraciones anteriores son parte de una conversación de la cyberanarquista Luma S. con Dolcemare, hace casi una semana atrás.