lunes, 10 de noviembre de 2008

¿Los animales realmente saben que actúan?



(…) ¿Los animales realmente saben que actúan? Tienen sus ritos gestuales, ya sé. Los repiten para exorcizar el miedo, un poco como nosotros, pero ¿vos creés que tienen su propia idea de ficción? Podríamos seguir hablando horas de esto. Me divierte que nosotros seamos su laboratorio y ni nos demos cuenta.

(...) Ellos comenzaron a copiar nuestros gestos porque no hubo época en que no los hayamos imitado. Como diría Camille Paglia, la cultura es todo lo que seguimos haciendo para domesticar nuestra animalidad, es nuestra forma de volvernos mascotas de otro tipo de sobrevivencia; pero lo que me perturba es que los animales ni cultivan ni cosechan, simplemente continúan empleando sus sentidos con una fina brutalidad y sabiduría que desconocemos. ¡Todos quisiéramos ser Temple Grandin! Bueno, no todos. Al fin, el arte y la guerra son esas zonas de la cultura en la que tenemos carta libre para asumir sin demasiadas reglas previas nuestra animalidad.

(...) Volvamos a lo de su ficción ¿ellos tendrán su relato sobre el comienzo y final de las cosas? ¿O seremos nosotros los que estamos enfermos de comienzos y finales? Qué estupidez ¿soy tan poco darwinista que sigo diciendo “ellos y nosotros”? Al fin de cuentas son los instintos los que nos recuerdan que en cualquier momento se acaba todo. Habrá que ver de qué manera trasladamos eso al resto de nuestras imposibilidades.

Del catálogo de Aunque me lavase con agua de nieve todavía me hundirías en el lodo, de Verónica Gómez. En Appetite, Chacabuco 551. Venezuela 638. San Telmo. Buenos Aires.