domingo, 11 de enero de 2009
La multitud es el talismán de nuestro tiempo
El nortamericano Mark Dery es crítico cultural y autor de “Velocidad de Escape” (Siruela) y “The pyrotechnic Insanitarium”. Dery ha centrado su trabajo intelectual en las nuevas tecnologías y sus significados sociales.
¿Podemos describir a Facebook como un nuevo eslabón en la cadena de los antiguos chat room como IRC, o servicios de mensajería como ICQ y Messenger?
“Bien, IRC era más bien una tecnología de transmisión uno-a-uno, mientras que Facebook es una tecnología de transmisión de uno-a-muchos de largo alcance. Hablando en términos evolucionistas el ancestro inmediato de IRC fueron las radios de banda ciudadana. Facebook echa abajo las barreras de los chat rooms de los noventa”.
A principios de los 90 la mayoría de las fantasías tecnológicas se vinculaban a robots y velocidad en el transporte. ¿Cuál cree usted que es el nuevo ícono?
“La multitud es en talismán de nuestros tiempos. La colmena, el nido de termitas o el arrecife de coral: colonias de organismos que se ensamblan a sí mismos en estructuras. La naturaleza es la nueva cultura, lo que no es algo muy nuevo. En la década de los 90 Kevin Kelly predicó el evangelio de las redes descentralizadas versus el paradigma del control jerárquico. Ahora el aire se ha hecho espeso con la circulación de ideas como la “sabiduría de las multitudes” y el “periodismo ciudadano” de los blogs. La multitud ha evolucionado desde la temible turba de fines del siglo XIX demonizada por el psicólogo social francés Gustav Le Bon en “La psychologie des foules” hacia la “masa inteligente” del libro de James Surowiecki “Wisdom of crowds” (La sabiduría de las multitudes).
¿Está la tecnología de la información cada vez más relacionada con asuntos “inútiles” o con la mera entretención más que con información relevante?
“No. Si bien es cierto que hay montones de información clamando por nuestra atención, también lo es que nunca antes existió un acceso tan grande a “información útil o relevante” como en la actualidad. Por un lado nuestars vidas son un libro abierto y la usurpación de identidad es una amenaza constate; pero del otro lado del regateo orwelliano y a pesar de la administración Bush y su manía por atentar contra la libertad de información y promover el secretismo (manías que ha dejado a Nixon como modelo de transparencia) la red de internet hace posible que ciudadanos comunes penetren en los santuarios del poder como nunca antes pudieron hacerlo, Entonces para auqellos adictos a saberlo todo esta es una edad de oro. In los 60 J.G. Ballard, el autor de ciencia ficción dijo que le gustaría saber que fue lo que pidió de comer cada condenado a muerte para su última cena. La web ha eschuchado sus plegarias”.
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