jueves, 26 de febrero de 2009

Después de que el suegro de Shakira abandonara la Casa Rosada en helicóptero


¿No es realmente curioso que se revise un capítulo de las estéticas vernáculas gravitado por el "Arte Rosa Light" y su supuesto descompromiso político en un país en el cual la casa presidencial sea emblemáticamente... rosada?

“Los enfrentamientos habían comenzado (y aumentado progresivamente) a partir de las repercusiones de la muestra de los artistas del Rojas en el Centro Recoleta, en el 92. El término light, aporte del crítico López Anaya, más connotativo que calificativo, mutó en peyorativo, en mote discriminatorio un poco después, en las mesas organizadas en el mismo Rojas por Marcia Schvartz, Duillo Pierri y Felipe Pino. Entonces los artistas light tenían dos frentes: los neoexpresionistas y transvanguardistas ochentas por un lado y las apuestas internacionalistas del Cayc por el otro. Si bien Gumier atacaba en el catálogo “Cinco años del Rojas” (1994) a quienes definía como “estomaguistas”, la contraposición arte light / arte político no estaba para nada clara. Era absolutamente marginal.
Incluso hasta mucho después.
Dejó de serlo luego de que el suegro de Shakira abandonara la casa Rosada en helicóptero.
Y no inmediatamente: el debate se terminó de instalar entre noviembre de 2002 y mayo de 2003, esto es: desde la exhibición Futuro inmediato, presentada en Estudio Abierto, con curaduría de Valeria González y Marcelo de la Fuente, la estadía en el país los artistas alemanes de Andreas Siekmann y Alice Creischer, luego impulsores de la exposición itinerante internacional Ex Argentina, Ansia y Devoción, muestra curada por Rodrigo Alonso que tuvo dos sedes (la Fundación Proa y el Parque de España) y el coloquio Arte Rosa Light versus Arte Rosa de Luxemburgo, organizado por la revista ramona en el auditorio del Malba.
Un dato no menor: ya entonces todo lo que fuera tematización de la crisis de nuestro país convocaba presupuestos extranjeros. En el citado coloquio hubo quejas por estas financiaciones.”


Lo anterior es un fragmento del texto de catálogo “Topología del proletario chic” escrito especialmente para la siguiente muestra.

El pasado 20 de febrero se inauguró en el Museo Castagnino de Rosario la exhibición “Te saco el Pombo y te pongo el Sacco”, que en las palabras de su curador, Roberto Echén, se describe así: “Dos obras y dos artistas emblemáticos de la colección Castagnino+macro: Dos cepitas de Marcelo Pombo y El incendio y las vísperas de Graciela Sacco. Obras sumamente representativas de lugares supuestamente irreconciliables en la década 90. La pareja "arte político" y "arte light" ha conformado un núcleo problemático que ha atravesado gran parte de las producciones del arte moderno, enfrentando períodos (o grupos y/o movimientos sucesivos o simultáneos). Textos de Justo Pastor Mellado, Roberto Echen, Jorge Sepúlveda, Fernando Farina, Nancy Rojas, Roberto Amigo, Beatriz Vignoli y Rafael Cippolini nos invitan a repensar estas posiciones dicotómicas para nutrir -aún más- el debate sobre la relación ética y estética.”
La muestra podrá ser visitada los lunes, miércoles, jueves, viernes, sábados y domingos de 15 a 21 hs (martes cerrado) hasta el domingo 29 de marzo.

Más información y textos curatoriales completos en la página del museo.