sábado, 27 de junio de 2009

Los círculos del ensayista


Susan Sontag

"Menciona muchas veces a Montaigne, y quizá no puede hacer menos, pero siempre se refiere a él con frialdad, como al pasar, con escasa simpatía. Observa con acierto que Montaigne presenta en sus ensayos una autobiografía siempre cambiante, llena de sorpresas, y que consigue presentar su yo de este modo gracias a su enorme habilidad literaria. Por otro lado, Sontag sabe que pertenece a la numerosa familia de los escritores del yo, de la subjetividad, y sospecha que esa estirpe predomina en Francia desde Montaigne hasta hoy. Al final se inclina, sin embargo, del lado de los memorialistas excesivos, farragosos, provocadores. Habla con regocijo, con fruición, de la “monstruosidad” de Jean Genet, captada con genio y en forma desordenada por el Sartre de Saint Genet, comédien et martyr, y concluye que la reinvención de Genet por Jean-Paul Sartre, a pesar de sus excesos verbales, de sus lados oscuros, es mejor que muchos de los textos clásicos del autor de El ser y la nada. En cambio, su visión de Albert Camus es más bien peyorativa, burlona, agresiva. Afirma, por ejemplo, en su ensayo sobre los carnets de Camus recopilado en Contra la interpretación, que es “el marido ideal de la literatura contemporánea”, pero resulta claro, en la escritura de ella, que esa descripción se aplica a una relación fría, educada, cortés, burguesa. El mundo de Sontag no es de “maridos ideales” ni nada que se parezca: es de amantes, de amores torcidos, de insatisfacción esencial."

Por Jorge Edwards


Philippe Sollers

"Entretengámonos. El título del libro (Memorias) opina sobre sí mismo de un modo que quiere ser provocador -y uno recuerda el mucho más comedido que Pennac diera a su ensayo sobre la lectura: Como una novela-; en realidad, el título no es más que un aperitivo del hartazgo de egotismo que va a procurarnos la lectura de esta -quizá- novela. Naturalmente, no es cosa de reprocharle la ausencia de elementos novelescos, pues quizá la vida no da para muchas peripecias novelables por mucho que se sea libertino confeso. Pero lo que sí sería de esperar en unas memorias de quien ha estado en el centro de la inteligencia literaria y filosófica de varias décadas es, por lo menos, un anecdotario cultural. Sin embargo, de anécdotas, prácticamente nada. Antes bien opiniones contundentes y apresuradas (y a menudo recurrentes) sobre diversos personajes públicos que el autor no se molesta en argumentar ni por vía teórica ni por vía ejemplificadora. En un par de páginas salda así su memoria: «¿Blanchot? Visto dos veces. Espectral. Flechazo de antipatía inmediata y, supongo, recíproca. Gran estima anterior de pronto desmoronada. Extraño. ¿Robbe-Grillet? Divertido, decidido, simpático, cáustico, pero cada vez más cine y erotismo de hortera. [...] ¿Klossowski? Increíble voz precisa y preciosa. Conferencia sobre Sade, organizada por Tel Quel en Saint-Germain-des-Près. Multitud. Lacan, puro en boca, va a plantarse, burlón, delante de él». La promesa de hablar más tarde de aquellos que ha conocido mejor se echa en saco roto. Sollers no tiene nunca tiempo más que para dedicarles otro par de adjetivos."

Por Amelia Gamoneda


Norman Mailer

"Alguna vez he dicho que la ficción da una mejor noción de la realidad que los ensayos y los textos históricos. Los hechos que nos llegan fueron filtrados, distorsionados, incompletos. Lo que se dan como hechos son mucha veces actitudes.
Pocos ensayos quedan como testimonio histórico de una época, y sin embargo, hay novelas como las de Tolstoi o Stendhal que ofrecen un paradigma de la naturaleza humana, van mucho más allá de su propia época y quedan sin embargo como constancia de lo que ocurrió. Pienso que las grandes novelas están más cerca de la existencia que los propios hechos, al menos tal y como nos llegan, filtrados en los libros de Historia."

Entrevista de Carlos Fresneda


Severo Sarduy

"En sus Ensayos generales sobre el Barroco Severo Sarduy ha probado suficientemente la profunda relación que existe entre la estética barroca en sus distintas apariciones históricas y el sistema científico correspondiente a dichas apariciones. Este autor establece que la obra de arte asume y revela a su vez la misma estructura de la o las hipótesis con las que en un momento dado el hombre comprende y explica la configuración y funcionamiento del universo. De tal modo, una lectura comparada entre hipótesis -astronómica (siglo XVII) o cosmológica (siglo XX)- y obra de arte, informa de la racionalidad con que el hombre comprende su propio lugar en el universo y establece los fundamentos epistemológicos a partir de los cuales organiza todo su pensamiento. Respecto de lo anterior, es necesario señalar que la pregunta científica o poética sobre el origen y configuración del universo lleva consigo -como una voz en off- la pregunta por la divinidad y así lo entiende el autor cubano."

Por Luz Ángela Martínez


Alberto Arbasino

"Alberto Arbasino, uno de los escritores más brillantes y polémicos de la vanguardia italiana, nos obsequió con off-off en 1971, un viaje informadísimo y amenísimo sobre las peripecias de la vanguardia literaria, estética y sociopolítica en variadas geografías y múltiples registros. Un libro que fue como un curso de doctorado para los modernos más o menos enterados, mientras que supuso una inmersión total para los más ignorantes. Arbasino, con este libro, se convirtió en algo así como un primo hermano europeo de Tom Wolfe, entonces un escritor casi desconocido en España, cuyos primeros títulos en dicha colección fueron La Izquierda Exquisita & Maumauando al parachoques, en 1973, y La banda de la casa de la bomba y otras crónicas de la era pop, en 1974, seguido por La palabra pintada (1976) y ¿Quién teme al Bauhaus feroz? (1982), dos insolentes aproximaciones (o panfletos) sobre la pintura y arquitectura modernas, respectivamente. Y con Tom Wolfe entramos en el siguiente apartado."

Por Jorge Herralde


Carlos Correas

"En la búsqueda y la exploración hasta lo último de su subjetividad, Correas proponía a cada lector participar de una época y un ámbito: la Buenos Aires existencialista de los años cincuenta. Pero la inmediatez extrema y la intimidad de la comunicación vuelven dificultosa la comprensión para el lector que no comparte el código, la clave, el santo y seña, el guiño. El fracaso de ese osado intento es al mismo tiempo la clave de su triunfo, un triunfo que no podía darse sino en el interior mismo del fracaso."

Por Juan José Sebreli
Correas es el del medio, entre Oscar Masotta y Juan José Sebreli (el más próximo al ojo de la cámara).


Umberto Eco

Marshall: En 1967 usted escribió un influyente ensayo titulado "Hacia la Guerra de guerrillas Semiológica" donde defendió que el objetivo importante para cualquiera comprometido en la guerrilla cultural no era el estudio de la televisión, pero sí los sillones de audiencia televisiva. En otras palabras: si se puede dar a la gente herramientas que les ayuden a ser críticos con los mensajes que están recibiendo, estos mensajes pierden su potencial como apoyos políticos subliminales.
¿Pero a qué tipo de herramientas críticas se refería - a las mismos que ayuda a leer una página sobre Flaubert?

Eco: estamos hablando acerca de un rango de habilidades simples. Después de años de práctica, yo puedo caminar en una librería y entender su esquema en unos segundo. Clavar la mirada en el dorso un libro y hacer una buena suposición sobre sus contenidos en base a varias señales. Si veo las palabras la Harvard University Press, sé que probablemente no será un romance barato. En la Red no tengo esas habilidades.

La conversación completa acá.


Georges Perec

"El ping-pong fue su primera y última actividad física, pero lo que lo mantenía en forma era caminar. Para él, París es sinónimo de andar, perder el tiempo con sutileza. Existe una estrella que en su honor que lleva el nombre Perec, pero el espacio que a Perec le interesa es el cotidiano, puertas adentro y puertas afuera: “Colgué el cuadro en la pared para olvidarme que había una pared, pero olvidándome de la pared me olvido también del cuadro.” El extraordinario ensayo Especies de espacios viaja desde el rectángulo de una página en blanco, a una cama, una habitación, un departamento, un edificio, la calle, la ciudad. Perec no conoce París como la palma de la mano: París es las líneas de su mano. En la revista Télérama publicaba unos crucigramas geográficos, editados luego con el título Perec/rinations, para que los lectores redescubrieran Paris a través de itinerarios reglados por nombres de calles. Deambulaciones alfabéticas: emprender recorridos por calles que empiecen con A y así ir atravesando todo el abecedario, o sólo por calles que empiecen con la misma letra, o se recorran cronológicamente según la época de los personajes que llevan el nombre de la calle."

Por Matías Serra Bradford


Hunter Thompson

"Una noche, en Rhode Island, donde estábamos cubriendo la America’s Cup para la revista Scanlan’s, Hunter compró dos latas de pintura en aerosol, una roja y una negra, y me encargó la tarea de escribir algo "artístico" sobre el flanco de un velero. Así que me llevaron en un bote, pero yo en ese entonces tenía algunos problemitas con los alucinógenos. Veía el agua roja, y tiré toda la pintura en el aire. Cuando me trajeron de vuelta, un grupo de rock se había robado mi valija. No tenía más que lo puesto, y el pasaporte y el pasaje de vuelta en un bolsillo. Hunter se había quedado con mis zapatos."

Por Ralph Steadman