domingo, 17 de enero de 2010

Turismo de identidades

Más sobre la Orden Tiresias


Eda.: Todos estuvimos vinculados a hordas vampíricas durante un buen tiempo. Siempre desde los mismos avatares. Algunos avatares que “habitamos” tienen identidades menos flexibles, más dirigidas…

Az.: Pero siempre discontinuas. Cada vez que ingresás al metaverso con un avatar no conocés el capítulo anterior, porque no estuviste vos usando esa identidad sino alguno de tus compañeros.

Dolcemare: ¿Y no realizan ningún tipo de ruta, aunque sea levemente fijada?

Az.: A veces nos dejamos notas, advertencias. Del tipo “hablé con X, estuve con M, me comentó tal cosa”. En ese sentido los avatares de la Orden poseen una memoria colectiva pero distribuida.

D.: La idea de “habitar cuerpos” es muy antigua, pero sistematizarla y cotidianizarla es algo de lo que no conozco antecedentes.

Eda.: Prosigo con mi ejemplo. A mí las múltiples dinámicas de los clanes vampíricos (Bloodlines Second Life, sobre todo) me son bastante familiares. Pero no para todos los miembros. Sin embargo, todos hemos hecho algo con esa coyuntura.


Az.: Es raro. Odio a los vampiros, todo ese imaginario. Pero en un momento te encontrás de lleno en ese mundo, y no como extranjero, no por fuera. Es una instancia distinta a la del impostor, porque de hecho el cuerpo que estás habitando en ese momento conoce instancias de uso anteriores que nada tienen que ver con la del infiltrado.

D.: Se me ocurre que una sensación que sobrevive en cada uno de ustedes es la de la identidad como un taller de experimentación. La distancia está siempre presente,

E.: En un comentario de tu blog hablás del Egregor. El Egregor es una entidad múltiple en conexión. Cada una de las singularidades que la componen son partes de un todo. No es el caso de lo que vivimos en esta experiencia. Cada uno sabe que participa en muchas experiencias simultáneamente a partir de diferentes roles compartidos.

Az.: Además, no hay un lider, una entidad mayor que indique una dirección determinada. Por el contrario, se trata de fugas en las mas diversas direcciones.


D.: ¿Pero llevan un registro de sus experiencias? Un archivo, una bitácora…

Az.: De hecho sí, cada cual va acumulando sus impresiones de diferente modo, pero aún no las tenemos sistematizadas.

E.: Ni sabemos con qué criterio lo haremos. Ni cuando.

Az.: Por el momento avanzamos, avanzamos y avanzamos. Lo que tiene de operativo es que si alguno de nosotros no puede estar on line durante una época determinada, los demás podemos cubrirlo y la continuidad no se interrumpe.

E.: Estamos siempre en línea. Pero ni siquiera nosotros sabemos exactamente quiénes.


Az.: Es una forma de volver un poco menos obvia nuestra presencia física. No tenemos idea de nuestras vidas por fuera del software.

D.: ¿Y eso será así siempre?

E.: Es bueno no saberlo.


Primera parte acá.