lunes, 28 de enero de 2008

+ Iuso Affair


El affair Iuso parece no tener fin, o al menos sigue interpelando de manera incisiva. Ayer, en un cada vez más desdibujado y aburrido suplemento Radar María Moreno propuso su versión de los hechos. Como podíamos esperar de Moreno, es un artículo inteligente pero curiosamente escamotea un dato fundamental: hasta hace no tanto tiempo Moreno fue la responsable (junto a Daniel Molina) del área de Letras y Comunicación del Centro Rojas, en la cual se desarrolla el ciclo Confesionario (área hoy subdividida: Molina en Letras y Moreno en Comunicación). Por supuesto la opinión de Moreno es muy valiosa, pero ¿no es bastante llamativo que no haya aclarado en ningún lugar de una nota tan extensa para este suplemento (6 páginas completas más tapa) su implicación "no tan indirecta" en el asunto? Moreno no es testigo imparcial, sino parte de la institución con claros intereses en el asunto. Vuelvo a preguntarme ¿por qué no aclararlo? Se trata de un texto que toma posición desde la misma bajada de título, con declaraciones tan contundentes como un supuesto repudio unánime a la performance de Iuso ¿Unánime? Una excesiva apreciación semejante –que por supuesto no comparto- sin embargo es muy oportuna, porque da marco a una serie de comentarios bastante graciosos, como el de Cecilia Szperling diciendo: “Lo peor del caso es que [Iuso] siguió hablando en canchero. (…) En este punto quiero aclarar que para mí el arte es forma y que no creo que la gente se haya ido o molestado por el contenido neto de su texto sino por la forma en la que era dicho. Y yo estaba pensando en cortarlo, como cortaría a un autor si acapara el micrófono mas de lo previsto”. En fin. Parece que en el arte ciertas formas deben ser repudiadas. Incluso la longitud. Lo importante es dejar feliz al indefenso y desprevenido público que asiste a un ciclo que se promociona como una exploración de la vida privada, de lo habitualmente no dicho, protegiéndolo de formas indebidas, de tipos que “hablan en canchero” o de más. Ya sabemos: existen ciertas formas que son censurables. Será que habrá que confesarse según ciertos modos y no otros.