Praga: El concepto de “actuación” en Second Life es ridículo: de hecho la mediación con la ficción es otra muy distinta. Cuando interpretás un personaje en una obra teatral o en una película en Real Life utilizás tu cuerpo en función de un guión, de un personaje, por más que lo construyas con elementos y situaciones de tu propia vida. En Second Life un avatar es un personaje, es una unidad de interacción con un contexto que controlás desde un teclado. Podés fabricarte un perfil más o menos interesante, pero no es actuación.
Dolcemare: Un avatar es una función, un elemento de desarrollo: hay una instancia que en el metaverso no existe. Podríamos decir, más que nunca, “actuar es cosa mentale”
P: Actuar es saber usar un software, darle otros sentidos y utilidades a la ejecución de ese programa. Vos podés saber manejar un software como destreza, pero no generar un buen perfil, una personalidad. En definitiva es eso: generar una ficción en un universo que no es físico pero tampoco es del todo mental. No transcurre dentro de tu cabeza: de hecho estás interactuando con otros avatares. Actuás para alguien, junto a alguien que es una persona física que maneja una computadora.
D: Tenemos siempre la impresión de que el metaverso es una suerte de película en tiempo real, con subtitulados y todo. Muchos me lo comentaron: “de repente estoy dentro de algo así como un animé”.
P: Las limitaciones de tu actuación son las que proporciona el programa. Con esto no quiero decir que necesitamos softwares más complejos. No es eso. Un avatar es como un títere. Una marioneta digital. Vos le tenés que dar vida, hacerlo creíble. Incluso en los entornos mas extraños, mas irreales, la función de la actuación es proporcionar verosimilitud. Cada mundo, real o imaginario, tiene su lógica. Actuar significa saber generar líneas de interacción con esas lógicas.
D: Entiendo que es una de las acepciones que tiene el verbo jugar en el metaverso. Un buen jugador es aquel que genera un perfil atractivo, que proporciona otro sentidos a su entorno. Porque en definitiva estamos refiriéndonos a actividades que, en tanto se desarrollan en un entorno diferencial, implican otras políticas. Un avatar es una unidad absolutamente diferente a nuestro cuerpo físico. De hecho, no tiene sus necesidades.
P: Es que actuar en Second Life poco tiene que ver con hacerlo en Real Life. Modelás el universo ficticio de otra forma, porque el contenido ficcional en este programa es otro. No necesariamente un buen actor en Real Life lo es en Second Life, aunque pueda desplegar en forma virtual muchos de sus recursos. Y viceversa. Posiblemente un escritor pueda desenvolverse mejor en las ficciones del metaverso, que por otra parte circulan de una forma siempre cambiante.
D: Me dijiste hace un tiempo que vos creías que la ficción en Second Life no era algo estático. Hablábamos sobre la diferencia con los videojuegos. Mientras que en éstos todo está escrito de antemano, hay un patrón uniforme a seguir, la ficción del Second Life es inestable, varía constantemente.
P: Sí, pasa también en el mundo físico. Cada cultura tiene una relación diferente con sus universos de ficción. En un mundo como Second Life, que evidentemente está en formación, esa relación muta todo el tiempo. Ni siquiera en un mismo land se mantiene estable, por la simple razón que nadie “vive” en un land, sino que pasa por él. En ese espacio de movilidad es en el que investigamos nuestras formas de actuación.
D: Sos actriz en Real Life ¿no?
P: Puede ser.