Igual que en el método de Raymond Roussel, mi idea de posteo es la de conectar dos términos similares. Y que entre uno y otro se desplieguen diversidades de todo tipo. Mi imaginario se resuelve ahí. Busco un dominó narrativo que tiene mucho de pedal de efecto de guitarra: una señal que pasa por muchos “modificadores” hasta hacerse oír. Ese viaje de prueba es el que lo asimila al ensayo. Pero no se trata de eso, sino de postas: de “textos de enlace”.
Busco que un posteo abra, jamás que cierre nada. Un apunte que señala el paso “si venís desde acá, entonces podrías seguir por acá”. Es el efecto estación: estás yendo hacia otra parte y simplemente mirás por la ventanilla. Me encantaría que atrapen ese efecto de “tren fluvial” de Coco Madariaga. Un tren-Tetris. La mirada se espesa en esa fugacidad.
En la mayoría de los posteos, lo primero que trazo son los links. Rutas de fuga. A veces necesito algunos links de referencia para escribir menos, pero lo que me empuja a postear es la necesidad de sembrar enlaces.