
Es curioso, porque jamás se fue (incluso cuando estaba embarcado en cualquiera de sus prolongados viajes). Pero lo cierto es que ahora regresa y con todo. Sí, sí, como mejor sabe hacerlo: con artillería pesada.
Como ya lo había adelantado el blog Mao y Lenin, el inefable maestro del Doctor Neurus esta vez no se contenta con tener a Trulalá a sus pies, sino que va por la galaxia toda. Su bitácora blog, la más salvaje de sus mascotas, es demoledora.
Como prueba de lo que afirmo, vaya esta pequeñísima muestra.

-Profesor, Usted nos ha acaba de decir que el lado "científico" de su masa hereditaria no es mucho mas fuerte que el lado "juerguista" dispuesto a jugarse toda una fortuna en la ruleta. Es eso cierto?
-Por supuesto! Creo que eso es bastante evidente para cualquiera que se haya tomado el trabajo de seguir mi trayectoria. Cierto que aprendí demasiado tarde cuando retirame a tiempo. Es lo que separa al jugador de talento del adicto al juego. Antes doblaba automáticamente la apuesta y no paraba hasta ver los barrotes de la celda. Y después Hijitus venía a visitarme a la celda y me sermoneaba. Pendejo!
-Ya hablaremos de Hijitus, verdad?
-No esté tan seguro.
Extracto de Operación Gnaca-Gnaca, blog de Lux Lindner.
¡Y que se cuide el Niño Taza!